“Nuestro país tiene un problema estructural en cuanto a la productividad. Es un síntoma de que las cosas no se están haciendo bien”, ha afirmado el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente. Fedea y el Colegio General de Economistas (CGE) han celebrado este jueves una conferencia acerca este indicador. Alertan de los bajos niveles de productividad en España respecto a sus compañeros de la Eurozona y su cada vez mayor distanciamiento en comparación a la media de la Unión Europea.
“No existe ninguna evidencia de que los fondos europeos hayan contribuido a aumentar la productividad, que sigue mostrando un pobre desempeño. Parece que la ejecución de las ayudas y subvenciones no se ha producido al ritmo previsto, y en la asignación de los fondos no se han tenido en cuenta criterios basados en la mejora de los beneficiados. A pesar de ello, es posible que los efectos de las ayudas empiecen a observarse en unos años”, ha señalado en la conferencia el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, Javier Ferri.
España cuenta con una productividad en términos de PIB por hora trabajada notablemente inferior a la de la Eurozona (53 dólares/ hora frente a 61, en 2022, según un informe de la OCDE). Lo más preocupante de la situación actual de España es que cada vez más se está distanciando de la media, siendo el crecimiento del 2,5% desde 2015, en contraste con el 4,7 registrado en los países de la Unión Europea.
En la sesión titulada Productividad, evolución pasada y futura y su importancia en el desarrollo económico, Fedea y el colegio de economistas ven un “problema” en este asunto, ya que “durante los últimos cinco años el SMI haya subido más de un 50%, mientras que la productividad se ha estancado”, señala. A pesar de ello, afirma que es posible que los efectos se puedan observar en un tiempo.
Los niveles de productividad han descendido en España en los últimos años en casi todos los sectores en relación con la media europea. La agricultura, un 14% superior a la media de los Veintisiete, ha sido el único apartado en el que se ha aprobado en cuanto a la productividad. Fedea sostiene que esta situación se puede deber principalmente a las distinas condiciones climáticas o al mejor uso que ha podido hacer España de la PAC.
Entre los factores relacionados con el problema de la productividad, Fedea y el CGE han señalado principalmente los desajustes entre la oferta y la demanda de trabajo, la alta temporalidad en el empleo y las elevadas barreras de financiación para las empresas pequeñas.
La educación, un factor clave
Un mayor conocimiento de la materia hace que uno tenga más oportunidades para conseguir un puesto. Por ello, la educación y la productividad son dos elementos que van de la mano. El informe muestra que el abandono escolar y que casi la mitad de la población carezca de título universitario o de formación profesional son dos puntos que hacen que España esté por debajo de la media europea en productividad.
Además, en la conferencia han señalado que el uso de la inteligencia artificial es un elemento que tiene que ser regulado por el Gobierno y que las empresas sean las que hagan un uso debido de la herramienta. “Este tipo de tecnologías tienen un enorme potencial de generar aumentos en la productividad, pero también tienen mucho potencial de generar perturbaciones en el mercado de trabajo”, ha señalado Ferri.
Mantener la apuesta por el talento
Uno de los puntos clave para que aumente la productividad en las empresas es seguir apostando por el talento mediante un contrato indefinido o unas condiciones laborales que hagan que el trabajador mantenga la motivación.
El que fuera secretario de Estado de Comercio, Juan Pablo Riesgo, está satisfecho con el anuncio del Gobierno de crear un Consejo de Productividad. “Creo que debemos impulsar más y apoyar en mayor medida que los talentos se queden en nuestras empresas”, ha afirmado.
Por comunidades autónomas
El informe muestra diferencias claras en la productividad por regiones de España. País Vasco, la Comunidad de Madrid y Navarra don las tres comunidades líderes en cuanto a este indicador.
En cambio, a la cola de esta clasificación se encuentran Castilla-La Mancha, Andalucía, Islas Canarias y Extremadura.
“Los niveles de productividad por comunidades autónomas evidencian importantes desigualdades, así como una considerable brecha respecto al promedio europeo. Se observa que factores como la intensidad innovadora, el tamaño de las empresas, el nivel formativo de los trabajadores, la estructura productiva o la calidad del empleo guardan un estrecho vínculo con la productividad real y que sus valores difieren considerablemente entre regiones”, ha puntualizado José Carlos Sánchez, profesor de economía aplicada en la Universidad de Murcia.
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