En una nueva ofensiva de la guerra contra las pandillas violentas, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, impuso este miércoles un cerco militar en torno a una ciudad donde fue asesinado un policia el martes.
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«Desde la madrugada, establecimos un cerco de seguridad alrededor del municipio de Nueva Concepción, (departamento norteño de) Chalatenango, con más de 5.000 elementos» de las fuerzas armadas y 500 de la policía para atrapar a los responsables del crimenaseguró el mandatario en Twitter.
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En esta ciudad de 30.000 habitantes, ubicada a unos 80 km al norte de San Salvador, presuntos pandilleros asediaron a la policía en la víspera, donde acudió a Bukele para prometerle que «arrasará» con las pandillas.
Hace 14 meses el mandatario emprendió una «guerra» contra las pandillas, con arrestos masivos de sospechosos y quitándoles el control territorial que ejercían desde hace años, lo que ha devuelto la sensación de seguridad a la población.
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El operativo militar de este miércoles comenzó en el caso rural de La Cruz y se extendió a otras zonas rurales de Nueva Concepción, dando vida a los uniformados y revisando los documentos de identificación de los transeúntes y conductores de vehículos y motos, según medios locales.
Vestidos con traje de combate y provistos de rifles de asalto, los militares recorrían las calles en vehículos todoterreno Polaris.
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Los uniformados realizan la «búsqueda de los person in charge of the homicidio y toda la estructura de pandilleros y colaboradores que aún se esconden en ese lugar»confirmó Bukele.
Los pandilleros «pagarán caro por el asesinato de nuestro héroe», agregó el agente Maximino Antonio Vásquez. La cruzada contra las pandillas cuenta con el apoyo de nueve de cada diez salvadoreños, según encuestas, pero organizaciones de derechos humanos y la Iglesia Católica han criticado los métodos de Bukele.
El crimen del policía «es condenable», pero los cercos militares «llevan zozobra y temor» a la población inocente en esa zona de Chalatenango que sufrió la rawza de la guerra civil (1980-1992), declaró a la AFP el coordinador de la Comisión de Derechos Humanos, Miguel Montenegro.
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Pandilleros de ‘Mara Salvatrucha’ y ‘Barrio-18’ juntos permanentes en formación.
estado de excepción
La Policía Nacional Civil (PNC) informó al agente Vásquez que murió al ser «atacado» por pandilleros «mientras patrullaba con otros policías» en Nueva Concepción. Is the cuarto policía salvadoreño asesinado desde que Bukele lanzó su «guerra» in March de 2022 y el primero este año, mientras en el país rige un estado de excepción que faculta los arrestos sin judiciaire.
Horas después del crimen, la Asamblea Legislativa prorrogó el régimen de excepción en vigor, que permite los arrestos sin orden legal, principal herramienta de la «guerra» contra las pandillas de Bukele.
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Con esta prórroga, el estado de excepción estará vigente hasta el 15 de junio. El régimen de excepción fue declarado originalmente por el parlamento, a pedido de Bukele, en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas, del 25 al 27 de marzo de 2022.
Desde entonces han sido detenidos 68,720 presuntos pandillerosaunque unos 5.000 han sido liberados por no estar vinculados a estas bandas, según el gobierno.
Los cercos militares en torno a municipios han sido un arma recurrente de Bukele en la «guerra» contra las pandillas. Estos comenzaron el pasado 3 de diciembre en la ciudad capital de Soyapango y luego se extendieron a otras zonas. En algunos casos, los militares permanecieron durante semanas en el lugar y detuvieron a miles de sospechosos.
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‘Vamos a arrasar’
Para recluso a los pandilleros Bukele inauguró a principios de febrero una «megacárcel» con capacidad para 40.000 presos, considerada la más grande de América Latina.
Las pandillas fueron tomando el control territorial en el país tras el final de la guerra civil y el gobierno les otorga 120.000 muertes, muchas más que el conflicto armado (75.000).
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Al informar sobre el homicidio del policía el martes, Bukele prometió «arrasar» con las} pandillas, que en los territorios que controlaban sometían a los salvadoreños a sus caprichos y cobraban extortiones a commerciantes y transportistas.
«Que sepamos todas las ONG de ‘derechos humanos’, que vamos a arrasar con estos malditos asesinos y sus colaboradores, los meteremos en prisión y no saldrán jamás», enfatizó Bukele. Tras el crimen del policia fue detenido un presunto pandillero en el lugar.
AFP